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En primer lugar, el capitalismo está sin duda atravesando una fase de gran mutación desde un punto de vista político, cultural y económico (González F., 2017), y el reto de esté articulo es identificar sobre todo el papel que tienen hoy en día las empresas.
Según algunos expertos como Cebrian, el capitalismo está en jaque, ya que, la gestión empresarial, a diferencia del pasado, no puede estar enfocada únicamente a aportar un beneficio económico a los accionistas. En este sentido, es fundamental que los primeros ejecutivos tengan en cuenta la escucha activa de todos los grupos de interés para construir una sociedad “justa”, creando un ecosistema donde las compañías tienen el gran reto de reconstruir el nuevo capitalismo (on The Edge, 2022).
Viceversa, según la opinión de Esizcar, el capitalismo no está en jaque, sino que ha evolucionado a lo largo del tiempo. Si en el pasado los ejecutivos de la empresa estaban acostumbrados a multiplicar el Ebitda para cuantificar el resultado, hoy en día hay sin duda más intereses en juego, y todo ello está corroborado por el hecho de que, al entrar en una determinada compañía, se exige que los socios firmen una memoria de responsabilidad (on The Edge, 2022).
Al respecto, Marta González afirma que la sostenibilidad es casi sinónimo de “modelo de gestión de las empresas”. Por lo tanto, para ser gestores de empresas del siglo XXI, estamos en el estadio del arte de la sostenibilidad de los modelos de negocio, para que las empresas puedan gestionar sus impactos económicos y puedan cambiar dicho modelo. Al mismo tiempo, aborda el lado oscuro de la moneda llamado “Greenwashing”, una dimensión donde las empresas intentan “lavar” su imagen poniendo en valor lo sostenible que son, y subraya que la sostenibilidad es mucho más que esto. Según su parecer, la sostenibilidad es aspirar a mejorar el performance en toda la cadena de valor, a partir de la producción, distribución y la llegada al mercado (on The Edge, 2022).
Asimismo, el abogado Manuel Alegre, especializado en el tema, recuerda que el fin del derecho es el de dar posibles soluciones a las necesidades e inquietudes que surjan en una determinada sociedad. En este sentido, son cada vez más abundantes las normas de soft law, actos jurídicos que, sin tener fuerza vinculante obligatoria, contienen las pautas inspiradoras de la futura regulación de una materia, abriendo paso a un posterior proceso de formación normativa. Por lo tanto, desde un punto de vista jurídico, Alegre remarca que el capitalismo se está transformando de manera evidente, ya que el derecho incorpora cada vez más normas que fuerzan este cambio de aptitudes (on The Edge, 2022).
En definitiva, resulta cada día más necesaria una intervención que impulse un cambio en la forma de actuar de las Empresa. En palabras de Laupente, “una de las máximas éticas del capitalismo consiste en respetar la dignidad de todo ser humano: el intercambio libre entre dos individuos se debe basar en la consideración mutua, sin coerciones ni privilegios” (Laupente V., 2022).